IRM en radioterapia
Los modernos LINAC actuales permiten controlar la dosis y el haz con precisión para reducir los riesgos del paciente. El aumento de la precisión de los aceleradores lineales requiere una planificación más precisa de la irradiación. Para determinar la dosis y la posición del objetivo, el tumor y el tejido sano deben diferenciarse con precisión.
Las imágenes por resonancia magnética (IRM) ofrecen un excelente contraste del tejido blando para obtener información más detallada que diferencie el tejido sano del volumen bruto del tumor. Además, también se puede obtener información fisiológica, como la difusión y perfusión del área de tratamiento, para definir mejor el volumen del objetivo. Para poder aprovechar las ventajas de las imágenes adicionales obtenidas mediante IRM en radioterapia es fundamental que la posición del paciente sea precisa y reproducible en ambas modalidades de generación de imágenes –TC e IRM– para poder realizar una fusión precisa de las imágenes más adelante en la cadena de tratamiento.
En un flujo de trabajo con RM solo, al igual que con TC, se necesita un sistema láser externo para proyectar las coordenadas de marcado de la piel del paciente.